DIFERENCIA ENTRE TRANSEXUALIDAD Y TRANSGENERIDAD
Por Laura Erika González Pizaña
La transexualidad es la condición humana por la cual una persona tiene la convicción de pertenecer al sexo opuesto al de su nacimiento, buscando adecuar su sexo biológico a su identidad de género, por medio de distintos tratamientos médicos, psicológicos y procedimientos legales, encaminados a alcanzar su verdadera identidad.
La transgeneridad es la condición humana que se caracteriza por una vivencia permanente identificándose y adoptando actitudes y vestimentas del género opuesto al sexo con que nació, con independencia de una concordancia del sexo con una identidad de género.[1]
El travestismo es una manifestación de la diversidad, caracterizada por el empleo de vestimenta, lenguaje, estilos de comportamiento, accesorios y manerismos que en el grupo cultural de referencia de cada persona consideran propios del otro género.[2] El travestismo es la conducta más ostensible de la transgeneridad.
La transgeneridad, según Alcaraz, una persona puede llegar a la transexualidad y para ello se plantea una evolución en siete etapas, durante la última podría ocurrir este cambio.
La primera consiste en el simple atractivo por alguna vestimenta del sexo opuesto, pudiendo considerarse como fetichismo ocasional.
En la segunda etapa esta prenda que parecía atractiva comienza a portarse, teniendo un carácter más personal, erótico y narcisista.
Durante la tercera etapa, el estímulo sensual del travestismo se intensifica intentando conseguir una imagen integra del sexo opuesto, incluso adoptando los ademanes correspondientes. El espejo o la cámara le ayudan a la duplicación de la persona.
El sentimiento de clandestinidad se intensifica hasta esta cuarta etapa, ya no siendo suficiente esa doble personalidad en secreto o de closet necesitando ser visto, aceptado y comprendido por otros. Perfecciona sus modales y apariencia, tratando ser de manera verosímil como persona del género opuesto.
La quinta etapa se caracteriza por la pérdida de miedo del travesti a ser descubierto se presenta en un entorno inmediato (familia, amistades, compañeros) con una identidad masculina y femenina, pudiendo poner en riesgo alguna de sus relaciones.
Los cambios de apariencia genérica hasta entonces se presentan de manera esporádica, cuando las circunstancias lo permiten, siendo esta la sexta etapa, el reconocimiento de esta ambigüedad genérica y convencimiento de la satisfacción de vivir conforme al género adoptado.
En la última etapa la persona transgénero llega a la conclusión de cambiar definitivamente de sexo, realizando cambios no solo de apariencia sino también anatómicos, sometiéndose a los diversos tratamientos para la concordancia sexo- genérica, es en ese momento que deja de considerarse una persona transgénero llegando a ser transexual.
[1] Cfr. ALCARAZ, Rodolfo y Abril ALCARAZ, El derecho a la no discriminación por la identidad y expresión de género, Textos del caracol, núm. 4, CONAPRED, 2008, p. 12.
[2] BARRIOS MARTINEZ, David y María Antonieta GARCIA RAMOS, Transexualidad: la paradoja del cambio, Ed. Alfil, México, 2008, p. 129.