sábado, 21 de mayo de 2016

INTERSEXUALIDAD


Antiguamente conocida como hermafroditismo, la intersexualidad en el ser humano es un fenómeno sumamente interesante y curioso que tiene una bajísima incidencia en la población mundial, por lo que sus principales características son bastante desconocidas por la mayoría.
Este desconocimiento ha llevado, entre otras cosas, a que estas personas sufran de incomprensiones y discriminaciones intolerables en cualquier sociedad. Por todo ello, te invitamos a conocer un poco más la intersexualidad humana.


Características de la intersexualidad

La intersexualidad se define como una condición natural en la que una persona presenta una discrepancia entre su sexo cromosómico (XX/XY), sus genitales (vagina y pene) y sus gónadas (ovarios o testículos), presentando características propias de ambos sexos.
Esto fue lo que motivó que durante muchos años se conociera erróneamente como hermafroditismo, palabra que junta los nombres de los dioses griegos Hermes y Afrodita, representantes de la masculinidad y la belleza femenina, respectivamente. Este término se ha dejado de emplear ya que es inexacto, insensible y tiende a confusiones, ya que el verdadero hermafroditismo es un fenómeno presente en algunos organismos pero con características muy bien definidas y diferentes a lo que ocurre en los humanos.
Externamente, los síntomas o caracteres morfológicos que pueden presentar las personas intersexuales son muy variados. Además de la ambigüedad genital ya comentada, pueden verse casos caracterizados por la fusión parcial de los labios, de micropenes o clitoromegalia (agrandamiento del clítoris), ausencia o retraso marcado de la pubertad, penes con abertura en sitios diferente a la punta, testículos que no descienden, pudiendo resultar ovarios, entre otras. 
En cualquier caso, solo un diagnóstico médico adecuado puede definir si se está en un caso de intersexualidad u otro fenómeno clínico.

TIPOS DE INTERSEXUALIDAD

a intersexualidad presenta cuatro variantes o categorías que han sido muy bien caracterizadas:


Intersexualidad 46, XX

Personas que tienen los cromosomas y los ovarios de una mujer, pero genitales externos de apariencia masculina. Es producto, generalmente, de la exposición a un exceso de hormonas masculinas por parte de un feto femenino antes del nacimiento.

Intersexualidad 46, XY

En este caso, la persona presenta los cromosomas de un hombre, pero sus genitales externos no se han formado totalmente, siendo ambiguos e incluso marcadamente femeninos. Los testículos, en caso de existir, se encuentran internamente, o pueden estar malformados. Muchas veces sus causas están en anomalías relacionadas a la producción de testosterona.

Intersexualidad gonadal verdadera 

En este caso, la persona tendría tanto tejido testicular como ovárico, lo cual podría ocurrir en una misma gónada, conocido como ovotestículo o incluso, podría tener un testículo y un ovario completos. Por otro lado, es posible la presencia de cromosomas XX, XY o ambos, y los genitales externos pueden estar bien definidos o ambiguos. La causa real de esta variante de intersexualidad en muchos casos se desconoce totalmente.

Trastornos de intersexualidad compleja o indeterminada del desarrollo sexual

En estos casos puede haber ausencia o adición de cromosomas, tanto X como Y, lo cual, aunque no ocasiona discrepancia entre órganos genitales externos e internos, puede causar problemas hormonales, del desarrollo sexual, entre otros.

PROBLEMÁTICA ASOCIADA A LA INTERSEXUALDIAD

Sin dudas, el mayor problema al que se enfrentan las personas con intersexualidad es muchas veces la incapacidad de definir su identidad sexual, lo que muchas veces ocurre debido a la imposición y la rigidez de la sociedad por enmarcarnos en una categoría fija y muy radical, que no contempla la verdadera diversidad de los seres humanos.
Aunque la cirugía reconstructiva es una opción en muchos casos, está claro que este es un fenómeno muy complejo y cuyo tratamiento tiene serias implicaciones a corto y largo plazo, y siempre se debe tomar en cuenta la opinión del niño o joven implicado, lo cual, lamentablemente, no siempre ocurre, provocando graves frustraciones perfectamente evitables.