La misoginia es un concepto que sirve para referirse
al odio, más o menos disimulado, hacia las mujeres y las niñas.
Hay que tener en cuenta que la misoginia solo es una
idea que describe conductas reales de personas reales, y por lo tanto solo
existe a través de los actos de ciertas personas.
CARACTERÍSTICAS Y ACTITUDES DE LAS PERSONAS MISÓGINAS
Reconocer a las personas misóginas es necesario para
poder relativizar su conducta y para educar en el respeto a todas las personas,
independientemente de sus características físicas.
A continuación puedes ver cuáles son las
principales características, actitudes y propensiones de los individuos misóginos.
1. COSIFICACIÓN DEL CUERPO DE LA MUJER.
Percibir a las mujeres como objetos es una de las
principales características de las personas misóginas. La cosificación hace
que, por un lado, se considere a la mujer como un objeto usado para obtener
placer y para criar, y por el otro, se le resta valor como ser humano, haciendo
que a los ojos de las personas misóginas la mujer solo valga a causa de sus
"funciones" y no por su condición humana.
Cabe destacar que cosificar no es reconocer el atractivo físico de una persona, sino reducir toda su
identidad a propiedades estéticas o funcionales, tal y como se haría con
cualquier herramienta del hogar.
2. PURITANISMO SELECTIVO.
Otra de las características de las personas misóginas
es su tendencia a utilizar de manera selectiva una moral parecida a la
puritana en lo que respecta a la sexualidad; concretamente, la aplican solo a
la hora de juzgar el comportamiento de las mujeres. Es por eso que denigran a
la mujer que visten o actúan de un modo que se consideran provocativo, mientras
que hacen caso omiso de este fenómeno en el caso de los hombres.
La lógica que hay detrás de este tipo de pensamientos
es simple: como el valor de la mujer está relacionado básicamente con lo
estético y por su capacidad para dar descendencia, todo lo que pueda
interpretarse como una tendencia a "compartir" estas dos cualidades
con alguien que no sea la pareja diluye el valor de la que lo hace. El hombre,
sin embargo, tiene valor más allá de su aspecto y de su papel reproductor, por
lo que no pasa nada si expresa su sexualidad de manera más o menos visible.
3. TENDENCIA A ANIMAR A OTRAS PERSONAS PARA QUE
COSIFIQUEN
La misoginia no es algo que se acostumbre a vivir de
manera aislada, sino que está ligada a un modo de ver las cosas que se
intenta compartir con los demás. Eso hace, por ejemplo, que en las personas
misóginas sea habitual animar a otras personas a hacer comentarios despectivos
o desagradables sobre desconocidas que pasan cerca.
4. USO DE LA VIOLENCIA MACHISTA
El uso de la violencia machista, sea física, verbal o
simbólica, es la manifestación más evidente de misoginia. Este tipo
de violencia se dirige hacia las mujeres de manera sistemática por el
hecho de serlo, y es uno de los principales motivos por los que el feminismo
reivindica la necesidad de garantizar los derechos de las mujeres.
5. CRIMINALIZACIÓN SISTEMÁTICA DE LAS VÍCTIMAS DE
VIOLENCIA MACHISTA
Las personas misóginas tienden a buscar la responsabilidad
de la violencia machista en las víctimas. Entienden que estos episodios de
agresión se deben a que la mujer no va con el suficiente cuidado o provoca a
los demás con su manera de vestir, o bien, simplemente, se da por supuesto que
las acusaciones de violencia son falsas sin disponer de pruebas consistentes
que sugieran esa posibilidad.
De este modo, se consigue un doble objetivo. Por un
lado, se oculta la violencia hacia las mujeres, y por el otro, se legitima
el poder que se tiene sobre el cuerpo de estas, al defender la idea de que
deben adaptarse a unos roles de género muy definidos.
6. MARGINACIÓN DE LA MUJER
No resulta extraño que las personas misóginas tiendan
a rechazar la idea de relacionarse con mujeres más allá del ámbito profesional
o de las transacciones económicas. En la actualidad incluso hay un movimiento
llamado Men
Go Their Own Way en el que se reivindica un estilo de vida
alejado de las mujeres y del matrimonio tradicional.
7. TENDENCIAS AUTORITARIAS CON MUJERES
Siempre que existe la posibilidad de imponer la propia
voluntad a una mujer, las personas misóginas lo hacen. Esto no significa que
utilicen la fuerza; simplemente pueden realizar peticiones caprichosas o
absurdas por el simple placer de ver cómo esta obedece. De algún modo, se saca
provecho de contextos en los que el hombre tiene poder sobre la mujer (como por
ejemplo, en el trabajo) para utilizarlo mucho más allá de lo que es
justificable. Del mismo modo, se actúa como si existiese un acuerdo tácito
según el cual la mujer obedece, incluso en contextos informales en los que no
hay un cargo superior y otro inferior.
8. RECHAZO AL LIDERAZGO FEMENINO
Bajo el influjo de la misoginia, el liderazgo
femenino, o todo lo que implique darle visibilidad a la mujer más allá de
sus roles tradicionales, es visto con malos ojos. Esto se puede plasmar tanto
en el entorno empresarial y organizacional como, por ejemplo, en la crítica de
las obras de ficción. El año pasado, por ejemplo, hubo
cierta polémica cuando parte de la comunidad de Internet llamó al
boicot de la película Mad Max: Fury Road por darle el protagonismo y el rol de
héroe a un personaje interpretado por Charlize Theron.
De este modo, se defiende una visión tradicional de
las cosas en las que las decisiones más relevantes siempre son tomadas por los
hombres, y los intentos de cambiar esto son vistos como intentos estridentes de
llamar la atención.
9. TENDENCIA A RELACIONAR LAS FORMAS BAJAS DE CULTURA
CON LO FEMENINO.
Otra característica de las personas misóginas es la
propensión a considerar que las mujeres consumen formas menores de cultura:
malas novelas, malos programas de televisión, malas canciones, etc. Esta mirada
crítica sobre lo que consumen la mayoría de las mujeres no se aplica a la hora
de analizar las formas de cultura que consumen masivamente los hombres.
ARTURO TORRES
Psicólogo.
Psicólogo.
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